Todos y cada uno de nosotros somos conscientes de que nuestra privacidad digital está controlada, simplemente porque se va diciendo, ya hemos escuchado esa información en numerosas ocasiones. Para los escépticos, ya se encargó Edward Snowden de corroborarlo, lo que supone una prueba bastante consistente. Sin embargo, no hacemos nada para poner solución a ello. Quizás sea la magnitud del problema lo que nos bloquea y nos anestesia o que simplemente no le damos la importancia que se merece porque no nos sentimos aludidos.
Como hemos leído en los artículos, el riesgo digital podría ser comparable a cualquier otra catástrofe mundial, como por ejemplo el cambio climático. Sentimos que es un problema ilimitado, que se nos escapa de las manos y no somos capaces de controlar. Sin embargo, para este tipo de problemas siempre nacen organizaciones dispuestas a luchar para combatirlos; es este el caso de "Writers Against Mass Surveillance". Pequeños grupos con grandes expectativas.
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