sábado, 11 de abril de 2015
Mi historia
Remontarme a los tiempos de colegio significa una explosión de imágenes mezcladas en mi cabeza.
Pensar en los años de infantil es bastante surrealista porque los recuerdos se muestran mucho más leves y son menos que los de años después, no obstante, mi cerebro ha conseguido un pequeño lugar para almacenarlos, existen.
El corcho en el suelo y el espejo son la base de mis andadas por aquella época. En el corcho, enteramente ocupado por mis compañeros y por mí, leía los libros aunque no supiera leer, los interpretaba a mi manera. Pero aquél no era un libro cualquiera, era el de "La Sirenita", una pequeña obsesión del momento.
Todavía soy capaz de recordar una canción que cantábamos y bailábamos cuando no "leíamos": "El ratón vaquero" se llamaba, y decía tal que así: "el ratón vaquero, sacó sus pistolas, se inclinó el sombrero y me dijo a solas..." Al ritmo de esta canción, realizábamos un baile al estilo cowboy.
¡Por Dios, los juguetes de la clase! , el producto estrella era la cocinita, entre otros cientos de juguetes que no aparecen en mi mente.
Ciertos días de la semana, hacíamos un juego especial con la seño Isabel. Cada niño tenía su propio cojín en forma de cubo sobre el que se subía y botaba por toda la clase, chocándose con los demás. Recuerdo que mi abuela fue la que envolvió aquel cojín con tela de color granate. Y recuerdo también que fue mi abuela la que me recogió algunas veces del cole, cuando yo esperaba en la franja pintada del suelo del patio, en "mi color".
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