domingo, 19 de abril de 2015

La casa por el tejado

"El colegio poco me enseñó
si es por esos libros nunca aprendo

a coger el cielo con las manos
a reír y a llorar lo que te canto
a coser mi alma rota
a perder el miedo a quedar como un idiota
y a empezar la casa por el tejado
a poder dormir cuando tú no estás a mi lado

menos mal que fui un poco granuja
todo lo que se me lo enseñó una bruja..."



Al tener que contar mi historia a lo largo del proceso educativo, me he dado cuenta de que esta canción de Fito y Fitipaldis encaja muy bien en el contexto.
Básicamente quiere decir que la educación se aleja demasiado de la vida real. Desde pequeños absorbemos una cantidad de teoría que nos entra por un oído y nos sale por el otro. Expresado de una manera más suave, los estudiantes somos como los coladores; únicamente conservamos lo que nos interesa, lo que nos ha llamado la atención.
Siempre he echado de menos la parte sentimental y humana en el instituto, aunque reconozco que sí me tocó una única profesora que la despertó, a la que le agradezco mucho.
Precisamente lo que nos sirve es lo que nos toca de alguna manera, o lo que el profesor hace que nos toque cuando nos pone de ejemplo, de protagonistas. Y no es por echar balones fuera, pero la responsabilidad de que los alumnos aprendan recae casi netamente  sobre el profesional. En sus manos está la fórmula mágica de captar la atención de su séquito, de hacer que aquellos niños aprendan algo nuevo todos los días y vayan a contárselo a sus padres; esa es la muestra de que han aprendido algo y lo van a guardar.
Sin embargo, predomina la parte negativa de la educación, que se resume en transmitir teoría abstracta y poca práctica realista. ¿El colmo? Que cuando surge una asignatura como Educación para la Ciudadanía o Ética, ciertospartidos políticos desean eliminarla, curioso.

Pero no es el fin del mundo porque siempre tenemos nuestra vida a parte, la calle. Ella es capaz de enseñarnos cualquier cosa en cuestión de segundos. Las personas, las acciones buenas o malas de las personas, una simple mirada. Pequeñas imágenes que nunca vamos a olvidar.






No hay comentarios:

Publicar un comentario