Desde muy pequeña me han atraído los idiomas, además, mi familia y yo hemos viajado bastante. Subí por primera vez en avión con tres años para ir a Disneyland Paris y aunque no recuerde casi nada, estoy segura de que ahí empezó a formarse mi talento. Hoy en día se que dentro de diez años, tras haber estudiado Traducción e Interpretación, estaré dedicando gran parte de mi tiempo al inglés, al francés, a todas las lenguas que vengan y por consiguiente a viajar. ¿Qué mejor que hacer caso a tu potencial?.
Mi familia sabe lo que me apasiona. Quizás alguna que otra vez hayan soñado que su hija trabaja en alguna empresa extranjera de renombre, es natural. Pero en realidad, lo que todos los padres quieren por encima de todo es que sus hijos sean felices.
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